sábado, 20 de abril de 2013

Presentación y aviso

Este blog estará compuesto casi en su totalidad por ediciones revisadas de algunas de las notas que tomé durante mi estancia en GeneSys hace un número de años menor de quince pero mayor de cuatro. Si no parecen lógicas o siquiera creíbles, recordad que lo que es lógico y creíble no es siempre lo que uno cree. 
Este es, copiado tal cual, el primer archivo de notas que conservo. Imagino que en su día lo conservé para ir añadiendo cosas como una especie de diario (es un .txt sin más), pero luego la realidad tomó el volante.

Llevo aquí seis meses y por fin hemos conseguido que la sala de ordenadores nos permita acceso completo a Internet; hasta ahora sólo teníamos intranet y correo electrónico. Tampoco es que se echara de menos Internet, la verdad... los chicos de Sistemas han montado unos juegos increíbles usando Finux y dos viejos Spektrum+ de 64 Kb. Creo que por fin nos han dejado acceso a Internet porque están trabajando en la patente. 



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Las opciones de entretenimiento en GeneSys son más bien limitaditas. Tenemos el centro comercial, a unos 40 kilómetros (en GeneSys se usa el sistema métrico y no creáis que no es motivo de frustración para muchos). El centro comercial se llama Glitter Cave, hace justicia a su nombre, y es el centro habitado (pero no habitable) más cercano. En el campus en sí, una de las iglesias secundarias ha sido convertida en una especie de bar-restaurante con todo el encanto y atractivo de una fosa común. Aparte de eso... um, creo que no hay nada más aparte de eso. Se puede ir a poner una pintada en Las Manos. 


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Está prohibido publicar fotos de las
instalaciones de GeneSys.
Las Manos son más o menos así,
pero a lo bestia y más sucias.
Me acabo de dar cuenta de que no he explicado qué son Las Manos. GeneSys está en los terrenos de lo que fue una de esas enormes ciudades-iglesia que algunos telepredicadores se montan cuando quieren desgravar los impuestos que no pagan y les sobran dos o trescientos milloncejos de dólares. El resultado son monstruosidades como esta Ciudad de la Oración: un recinto amurallado del tamaño de dos campus universitarios sanotes, que contiene una iglesia enorme y dedicada a San Hormigón (ahora centro de conferencias, salón de actos y sala de banquetes), varias iglesias y capillas secundarias, un hospital de 150 camas, y por en medio parterres y jardincitos, ahora totalmente abandonados. 
La característica más distintiva del campus, aparte de la silueta de la iglesia principal, son dos enormes manos de piedra en actitud de oración. Deben medir seis metros, y originalmente eran blancas, pero poco después de que Retribution Roberts quedara en bancarrota y la Ciudad de la Oración fuera abandonada, alguien empezó a pintarlas de negro, no sé por qué. Y tampoco sé por qué no terminó el trabajo, de manera que sólo una de las manos es negra. 
Se ha convertido en costumbre aquí dejar rotuladores de gel, negros o blancos, al pie de Las Manos. Cuando la gente se aburre viene y pinta o escribe algo: en blanco en la mano negra, en negro en la mano blanca. La cosa va a buen ritmo, y dentro de poco, a distancia, ambas manos parecerán grises. Si la cosa sigue así, finalmente la mano negra pasará a ser blanca, y viceversa.
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Acabo de darme cuenta de que inventé Twitter sin darme cuenta. Anotaciones de un solo día:

23:32 He ido a por un café. Se supone que la cafetería está abierta 24 horas, per me la he encontrado cerrada por, cito, inundación de líquido refrigerante. ¿Qué es esto, un coche?

23:51 El restaurante está abierto, pero tienen la cafetera estropeada.
00:12 Y la máquina expendedora requiere cambio exacto y no tengo suelto.
00:27 Hay una cafetera en uno de los laboratorios que aún están abiertos a estas horas, pero no me atrevo. El café tiene un curioso tono púrpura. Y grumos.
00:28 Me voy a dormir.

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